Leer antes la 1ª parte: http://hyvernius.blogspot.com.es/2013/08/vuelve-casa-por-navidad.html
;)
Pero todo eso no era nada.
Habían destrozado los objetos que sabían, casi con total seguridad, que no
estaban manipulados con trampas. Casi.
Al entrar en una de las
habitaciones de invitados pude divisar un reguero de sangre, ya seca y casi
inexistente. Dejaba su estela hasta el alféizar de la ventana, ahora
destrozada.
Una sonrisa salvaje afloró en
mi rostro y me deleité imaginandome la escena que luego resultó ser cierta. Una
pierna, seccionada a la altura de la rodilla, se encontraba en el suelo junto a
un cable de acero ya destensado. Hinqué una uña en la parte trasera y probé una
gota de sangre. Era humana, pero tenía una textura final diferente. Diferente
pero no desconocida para mi.
Era sangre Ventrue.
Si, definitivamente esa pierna
pertenecía a un ghoul. Y ojalá estuviese muerta esa escoria chupaculos.
Los siguientes dias estuve
aletargado y, cuando me sentía mas lúcido, colocaba trampas (algunas nuevas,
otras que solo necesitaban ajustes y unas pocas curiosamente desactivadas).
Una vez realizado ese tedioso
trabajo que me hastiaba por tener que usar bastante sangre a la par que una
concentración extrema, me dispuse a descansar. Pasaba las horas nocturnas
mirando por las ventanas para observar posibles movimientos sospechosos.
Extrañamente no me percaté de
nada y eso que había entrado en la mansión de la peor manera posible:
perseguido y haciendo bastante ruido.
Era completamente anormal el
hecho de que no hubieran intentado algo más sabiendo que estaba en clara
desventaja y debilitado por los meses vagabundeando por las cloacas. ¿Podría
tratarse de una tregua? Lo dudaba mucho. Si hubiese sido asi no me habrían
perseguido como a un perro.
Lo que estaba claro, de
momento, era que por ahora estaba a salvo y lo ocurrido con el ghoul reforzaba
esa imagen de seguridad. Pero habían pasado dos largos años. Eso, en una gran
ciudad, era muchísimo tiempo. Adiós a mis zonas de caza y mis escondites temporales.
Los Ventrue habrían cambiado
con total seguridad su zona de caza y necesitaba saber que zonas se quedaban
libres para mí.
Joder, vuelta a empezar de
cero.
Pero aun me guardaba un As en
la manga...